China fue conocida en el pasado como un paraíso para marcas de lujo como Hugo Boss, Burberry, Dior y Louis Vuitton. De hecho, el gigante asiático era un mercado clave para las marcas de lujo.
Sin embargo, así como la moda tiene sus ciclos con tendencias que se repiten una y otra vez, China también está siendo testigo de una nueva tendencia: convertirse en el hogar de los pingti, el término local de la Generación Z para referirse a los incautos.
Las ventas de algunas de estas marcas de pingti se han disparado desde 2023, ya que los consumidores chinos buscan una mejor relación calidad-precio en medio de una economía tambaleante.
El ascenso y ascenso de Pingti
En China, ha surgido un mercado enorme debido a que cada vez más compradores de la generación Z optan por estas «copias», es decir, réplicas de productos de marca. Sin embargo, estas copias no son falsificaciones baratas. En muchos casos, son indistinguibles del original, mientras que en otros casos utilizan los mismos proveedores que los que se utilizan para el artículo de lujo.
Por ejemplo, los leggings de Lululemon cuestan 750 yuanes (106 dólares) en su sitio web oficial chino. Sin embargo, si uno busca pantalones de yoga en sitios de comercio electrónico en China, seguramente encontrará otras opciones, por tan solo 35,21 yuanes (5 dólares) y que afirman ser de la misma calidad.
De manera similar, el fabricante de artículos de cuero Sitoy Group Holdings afirma en sus redes sociales que la calidad de sus bolsos de 100 dólares es similar a los que se venden por más de 1.000 dólares.
Tal es el auge de estas marcas imitadoras que la búsqueda de ellas en las redes sociales también ha aumentado significativamente; Laurel Gu, empleada en una empresa de investigación de mercados, señaló que las búsquedas de imitaciones en las redes sociales se han triplicado entre 2022 y 2024.
La mayoría de los consumidores de marcas pingti dicen que hay muy poca diferencia entre los productos originales y los imitadores. Por ejemplo, un frasco pequeño de la esencia de tratamiento facial más vendida de SK-II de Japón se vende por casi 1.700 yuanes. Compárese con la alternativa china Chando, que promociona un ingrediente similar en su producto y cuesta solo 569 yuanes.
Cambio en el comportamiento del consumidor
Pero ¿qué ha llevado a los consumidores chinos a sustituir sus artículos de lujo por imitaciones?
Según los expertos, hay una multitud de razones, empezando por la desaceleración económica de China.
El estancamiento de la economía china ha provocado una caída de los salarios, obligando a muchos a repensar sus compras. Xinxin, una profesora de Chongqing, en el suroeste de China, dijo a CNN que antes era fanática del suero Advanced Night Repair de Estee Lauder. Sin embargo, un recorte salarial de más del 20 por ciento este año la ha llevado a buscar una alternativa.
Su búsqueda dio un buen resultado: encontró un suero facial con el mismo ingrediente que costaba 100 yuanes menos que el producto de cuidado de la piel de alta gama.
Y Xinxin no está sola. Hay miles de personas como ella que buscan imitadores para reemplazar sus compras de lujo de alta gama mientras luchan por llegar a fin de mes en medio del tumulto económico que atraviesa el país.
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