Japón, el Reino Unido e Italia acordaron acelerar el desarrollo conjunto de un avión de combate de próxima generación a través del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP) para reemplazar a los F-2 y Eurofighter Typhoon retirados de Japón.
El programa comenzó en 2022 para fortalecer la cooperación entre las tres naciones en respuesta a las crecientes amenazas de China, Rusia y Corea del Norte.
Buscan acelerar el desarrollo de un caza furtivo de próxima generación
A finales de este año se creará un organismo gubernamental trilateral para supervisar el desarrollo del avión.
El domingo, el ministro de Defensa japonés, general Nakatani, después de reunirse con sus homólogos del Reino Unido e Italia, John Healey y Guido Crosetto, dijo que a finales de este año se creará un organismo conjunto llamado Organización Gubernamental Internacional GCAP, o GIGO, para supervisar el desarrollo del avión.
Los ministros se reunieron al margen de la reunión de ministros de Defensa del Grupo de los Siete en Nápoles, Italia.
En el proyecto participan varias empresas del sector privado, entre ellas la japonesa Mitsubishi Heavy Industries, la británica BAE Systems PLC y la italiana Leonardo.
GIGO, que tendrá su sede en el Reino Unido y estará dirigido por un funcionario japonés, supervisará el desarrollo del avión.
“Ahora vemos el lanzamiento de GIGO y una empresa conjunta en camino” hacia la firma de su primer contrato el próximo año, dijo Nakatani.
El acuerdo del domingo aborda las preocupaciones sobre el progreso del proyecto a pesar de los cambios de liderazgo tanto en Japón como en el Reino Unido.
Mitsubishi Heavy y sus homólogos del Reino Unido e Italia presentaron por primera vez en Japón un modelo a escala 1/10 del avión de combate conjunto en su stand de GCAP en una importante exposición aeroespacial celebrada en Tokio la semana pasada.
Akira Sugimoto, representante senior del programa Japón de MHI para GCAP, dijo que el desarrollo conjunto del avión de combate será significativo para los proveedores japoneses y para la base industrial del país.
“Nuestra posición básica es unir nuestras fuerzas para desarrollar un avión de combate de alta calidad. Creo que los proveedores japoneses tienen tecnologías excepcionales y espero que se unan al GCAP tantos como sea posible”, afirmó Sugimoto.
“Creo que también ayudará a los proveedores japoneses a mejorar su capacidad para desarrollar equipos y contribuirá a proporcionar una mejor perspectiva, un entorno empresarial y estabilidad”, dijo.
Japón, que está desarrollando rápidamente su ejército, espera tener una mayor capacidad para contrarrestar la creciente asertividad de China, y el proyecto de aviones de combate conjunto ayudaría a fortalecer la industria de defensa japonesa, que es mayoritariamente nacional y subdesarrollada.
Japón ha aliviado significativamente sus restricciones a la exportación de armas para permitir las ventas al exterior de futuros aviones de combate y la concesión de licencias para armas, como los interceptores de misiles tierra-aire PAC-3 producidos en Japón para complementar el inventario estadounidense, que ha disminuido debido a su apoyo a Ucrania.
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Con aportes de agencias.