Escándalo en LVMH, mujer demanda al gigante de las bebidas Moët & Chandon

Moët, una de las marcas de lujo pertenecientes al grupo LMVH, involucrada en acoso
Moët, una de las marcas de lujo pertenecientes al grupo LMVH, involucrada en acoso.

El caso de una mujer ha sacado a la luz la cultura laboral sexista y tóxica en LVMH, el gigante del lujo propietario de marcas como Louis Vuitton y que vende vinos y licores de lujo bajo la división Moët Henness. 

Tras la denuncia por acoso sexual y discriminación de género, han surgido testimonios de más empleados que describen la cultura laboral tóxica de la empresa.

Moët, una de las marcas de lujo pertenecientes al grupo LMVH, involucrada en acoso
Moët, una de las marcas de lujo pertenecientes al grupo LMVH, involucrada en acoso.

LVMH:¿un gigante acosador y discriminatorio? 

Una denunciante ha puesto en manifiesto la supuesta cultura tóxica en LVMH, el gigante del lujo que posee marcas como Louis Vuitton y vende vinos y licores de lujo bajo la división Moët, Henness. 

Una empleada, Maria Gasparovic, ha alegado acoso sexual, discriminación de género y despido improcedente en un caso contra la empresa. Afirma haber sido despedida tras denunciar conducta sexual inapropiada.

Maria, era jefa de gabinete de Jean-Marc Lacave, director global de distribución de Moët Henness.

Si bien la empresa demandó a Gasparovic por difamación, el Financial Times, un periodico britanico, informó que Gasparovic no fue la única persona que se quejó de la cultura laboral tóxica en Moët Hennes

Varios empleados, incluidos hombres, han presentado quejas similares y han abandonado la empresa en los últimos años.

Gasparovic ha alegado en su demanda que fue objeto de “rumores infundados y sexistas” y “actos de denigración” dentro de la empresa y que el entonces director ejecutivo Philippe Schaus había ordenado al jefe de recursos humanos (RR.HH.) que realizara una investigación sobre su vida privada.

Relatos de cultura laboral tóxica en Moët & Chandon

La  salida de Gasparovic —cuatro meses después de que alertara a sus gerentes y a recursos humanos sobre la presunta mala conducta— fue una de una serie de salidas de Moët Hennessy que una docena de personas familiarizadas con el negocio dijeron que estaban relacionadas con un ambiente de trabajo tóxico plagado de acoso y mala gestión. 

En cambio, no solo Gasparovic, sino también su socio, Mark Stead, quien era el director de operaciones, fue despedido. Stead también demandó a la empresa por separado. 

En una ocasión, Gasparovic alegó que su jefe, Lacave, le dijo que necesitaría coaching antiseducción si quería un ascenso. Lacave añadió que un cliente la describió como alguien que «se moría de ganas de ascender».

El FT informó que Gasparovic es una de varias mujeres de Moët Hennessy que dijeron haber sido objeto de rumores infundados sobre romances con hombres de la empresa.

La situación en el lugar de trabajo era tal que hasta 20 empleados de la sede central se fueron de licencia a largo plazo el año pasado y muchos se quejaron de estrés y acoso, y muchos abandonaron posteriormente la empresa.

Algunas fuentes describieron la empresa como un «club de chicos» donde abundaban los chismes y rumores.

Por otro lado, un ex empleado comentó que su jefe «Les gritaba a todos como si fuera una casa de moda de los 90, solo que estamos en 2025; ese comportamiento ya no es aceptable. Mucha gente se tomaba bajas por enfermedad, desaparecía de la noche a la mañana. La situación adquirió proporciones disruptivas». 

Además de Gasparovic, se conoció que al menos otras cuatro mujeres de Moët Hennessy denunciaron acoso e intimidación antes de abandonar la organización. Al igual que Gasparovic, también demandaron a la empresa.