La llegada de la criónica, un campo dedicado a preservar cuerpos humanos a temperaturas extremadamente bajas con la esperanza de un resurgimiento futuro ha supuesto un hito importante en Australia.
Southern Cryonics, una empresa con sede en Holbrook congeló a su primer cliente, lo que supone el primer caso de este tipo en el hemisferio sur. Este evento ha estimulado debates sobre la ciencia, la ética y el futuro de la criónica.
¿Puede la criogenia ayudar a devolver la vida a las personas?
En mayo de 2024, Southern Cryonics conservó criogénicamente con éxito a su primer paciente, un hombre de 80 años de Sydney, al que han apodado “Paciente Uno”.
El hombre falleció la mañana del 12 de mayo de 2024 en un hospital del interior de Sydney. El proceso de conservación se inició inmediatamente y supuso una serie de pasos meticulosamente planificados.
Philip Rhoades, director de las instalaciones de Southern Cryonics, expresó la intensidad del proceso.
“[Fue] muy estresante. Eso fue lo que me mantuvo despierto durante una semana porque hay una serie de procedimientos diferentes que realizar en diferentes días, y hubo una serie de situaciones que podrían haber salido mal si no nos hubiéramos preparado adecuadamente”. le dijo a ABC Australia.
¿Cuál fue el procedimiento?
Inicialmente, el cuerpo del paciente fue enfriado a unos 6 grados centígrados en la cámara frigorífica del hospital. Desde allí, fue transportado a A O’Hare Funeral Directors, donde los médicos y perfusionistas bombearon un líquido crioprotector a través del cuerpo para evitar la formación de cristales de hielo.
Luego envolvieron el cuerpo en un saco de dormir especial y lo metieron en hielo seco, lo que redujo la temperatura a -80 grados centígrados.
Finalmente, fue transportado a las instalaciones de Holbrook de Southern Cryonics, donde se enfrió aún más a -200 grados Celsius usando nitrógeno líquido y se colocó en un tanque Dewar, un recipiente de almacenamiento al vacío especializado.
El proceso, que le costó al paciente 170.000 dólares más los honorarios adicionales de los equipos médicos, puso de relieve los desafíos logísticos, especialmente para aquellos fuera de las áreas metropolitanas.
Rhoades señaló: “Con las personas involucradas, todos los diferentes profesionales, es mucho más fácil si sucede en Sydney o posiblemente en Melbourne. Si empiezas a salir a las áreas regionales o a otros estados, empieza a ser más difícil.”
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