Una emprendedora colombiana que actualmente reside en Venezuela explicó por qué prefirió invertir en ese país, y no en Colombia.
Según contó, junto a su esposo, un ciudadano belga, evaluaron cuidadosamente dónde iniciar su empresa con el poco capital que tenían disponible, y concluyeron que Colombia representaba un entorno demasiado complejo para emprender.
Colombiana eligió Venezuela para hacer empresa
La mujer reveló que Colombia es un país complicado para iniciar un negocio, especialmente para quienes tienen un capital reducido.
Según explicó, uno de los principales obstáculos es la carga tributaria, que calificó de «excesivamente alta», tanto para el empleador como para el trabajador.
«Por ejemplo, un buen salario en Colombia es de 4 millones de pesos, y por esa persona, yo, como empresaria, tendría que pagar aproximadamente un millón de pesos adicional; es decir, un 25% más en impuestos, simplemente por tener ese empleado. No he generado riqueza, no he generado valor en la empresa, y ya de entrada estoy pagando eso», dijo.
Además, destacó que el propio empleado tampoco recibe el salario completo, pues debe asumir descuentos por salud, pensión e impuestos.
Otro factor que influyó en su decisión fueron los costos de vida en Colombia, especialmente los servicios públicos y los gastos asociados a la movilidad.
«Cuando usted suma y resta: los servicios, el impuesto del carro, SOAT, tecnomecánica… todas estas cosas me mantenían ahogada financieramente en Colombia«, afirmó.
Por el contrario, según ella, Venezuela ofrecía un entorno más viable para materializar su sueño empresarial con los recursos que tenían.
Su testimonio generó debate en redes, especialmente por tratarse de un caso inverso al de muchos venezolanos que han migrado a Colombia buscando mejores oportunidades.
Este tipo de decisiones por parte de emprendedores no se dan en el vacío. De hecho, en los últimos años, el gobierno de Nicolás Maduro ha dado señales de apertura hacia el sector privado.
Pese a los cuestionamientos sobre su legitimidad, el mandatario ha dejado atrás el tono confrontativo con los empresarios que marcó tanto su llegada al poder como la de Hugo Chávez.
En su lugar, ha optado por tender puentes con el sector productivo, tomando medidas concretas como la devolución de centros comerciales y fincas a sus antiguos dueños.
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