China experimentó en enero la caída más significativa de los precios al consumidor en más de 14 años, y los precios al productor también registraron una caída.
Esta situación aumenta la presión sobre las autoridades para que tomen más medidas para rejuvenecer una economía que ya carece de confianza y enfrenta riesgos de deflación.
China lucha por combatir la deflación
Desde principios del año pasado, la segunda economía más grande del mundo ha estado lidiando con una desaceleración de los precios, lo que ha llevado a las autoridades a reducir las tasas de interés para estimular el crecimiento.
Esta medida contrasta con el enfoque de muchas economías desarrolladas en frenar las tasas de inflación persistentemente altas.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE) publicados el jueves, el índice de precios al consumo (IPC) disminuyó un 0,8% en enero en comparación con el mismo período del año pasado, tras una caída del 0,3% en diciembre.
Además, el IPC aumentó un 0,3% intermensual, frente al aumento del 0,1% del mes anterior.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado una caída del 0,5% interanual y una ganancia del 0,4% mes a mes.
La caída anual del IPC en enero fue la mayor desde septiembre de 2009, impulsada principalmente por una fuerte caída de los precios de los alimentos, pero los analistas advierten que el impulso deflacionario general en la economía corre el riesgo de arraigarse en el comportamiento del consumidor.
«Los datos del IPC de hoy muestran que China enfrenta una presión deflacionaria persistente», dijo Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.
«China necesita tomar medidas rápidas y agresivas para evitar que el riesgo de que las expectativas deflacionarias se arraiguen entre los consumidores».
La economía creció un 5,2% en 2023, cumpliendo el objetivo oficial de alrededor del 5%, pero la recuperación ha sido mucho más inestable de lo que esperaban los inversores.
Los expertos en política esperan que Beijing mantenga un objetivo de crecimiento similar al del año pasado, de alrededor del 5%.
El banco central de China anunció a finales de enero el recorte más profundo de las reservas bancarias en dos años, enviando una fuerte señal de apoyo a la frágil economía, pero los analistas dicen que las autoridades deben hacer más para elevar la confianza y la demanda.