El viernes, los agricultores condujeron tractores al corazón de París en un intento de ejercer más presión sobre el presidente Emmanuel Macron, quien anteriormente había planeado una reunión para abordar sus quejas, pero luego la había pospuesto.
Los agricultores franceses han participado en una campaña paneuropea para protestar contra los bajos salarios, las regulaciones ambientales y la competencia de las importaciones de bajo costo provenientes de fuera de la UE.
Protestas de agricultores en Francia
Cuando el sábado comienza en París la exposición agrícola nacional anual, el Salón de la Agricultura, ya habían exigido una respuesta del gobierno.
«La idea era añadir un poco de presión antes de la apertura de la feria», dijo Damien Greffin, productor de cereales y jefe de la región parisina del principal sindicato de agricultores, FNSEA.
El mes pasado, agricultores de todo el país organizaron protestas hasta que la administración se comprometió con las reformas.
Sin embargo, las medidas adicionales ofrecidas por el primer ministro Gabriel Attal el miércoles no lograron apaciguar a los manifestantes, y todos los ojos están ahora puestos en Macron, quien se espera que asista a la exposición anual de agricultura el sábado.
Macron anunció el jueves que facilitará un debate allí con «todos los actores del mundo agrícola» para «delinear el futuro» de la industria.
La inclusión por parte de Macron del grupo ecologista extremo Soulevements de la Terre (“Levantamientos de la Tierra”), que el Ministro del Interior recientemente intentó prohibir después de etiquetarlos como “ecoterroristas”, provocó que el esfuerzo tuviera un comienzo difícil.
La oficina de Macron anunció que se había producido “un error” y que el grupo Soulevements no había sido invitado tras las protestas de políticos de la oposición, organizaciones agrícolas e incluso funcionarios gubernamentales.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho, ya que la idea de Macron fue tildada de “cínica” por el presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, quien también declaró que no apoyaría “algo que no permita el diálogo en buenas condiciones”.
Macron canceló todo el evento en respuesta al llamado a un boicot, anunció su oficina el viernes. En su lugar, se reunirá con los sindicatos de agricultores antes de la inauguración de la feria el sábado.
Attal presentó el miércoles una ley destinada a resolver las quejas de los agricultores, comprometiéndose a llevar la agricultura «al estatus de interés nacional fundamental».
A pesar de esto, los agricultores han persistido en cerrar carreteras, quemar neumáticos y asediar tiendas de comestibles, alegando que necesitan más.
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