Odebrecht espera regresar a Colombia tras obtener ISO 37001, sello internacional antisoborno

La empresa corrupta Odebrecht especialista en sobornos en el sector de la construcción espera ingresar a Colombia nuevamente, comprando algunas empresas competitivas del país.

Desde el escandalo de corrupción a nivel mundial, la empresa ha cambiado de nombre y de logo, primero de OEC (Odebrecht Ingeniería & Construcción) y ahora opera con el nombre de Grupo Novonor.

Uribe, Duque y Zuluaga están involucrados en el caso de corrupción de Odebrecht
Uribe, Duque y Zuluaga están involucrados en el caso de corrupción de Odebrecht.

Novonor ha conseguido unos ingresos de $586 millones de dólares en 2020, gracias a las 6 empresas del grupo que cuentan con cerca de 25 mil empleados en las áreas de construcción, energía y saneamiento.

Este año la empresa brasilera con nombre nuevo se certificó con ISO 37001, un estándar global para la gestión de sistemas antisoborno. Una de las primeras empresas brasileñas de construcción pesada en recibirlo, OEC fue auditada por QMS Certification Services. La certificación, válida por tres años, incluye también a sus filiales OECI, CNO, Tenenge, CBPO y Oenger.

La empresa está nuevamente conquistando el mercado latinoamericano, incluso está expandiéndose por toda África.

No es de extrañarse que en los próximos meses la empresa vuelva a ganar contratos en el gobierno de Iván Duque, recordemos que varios miembros del Centro Democrático como Óscar Iván Zuluaga y hasta el hoy presidente Duque viajaron a Brasil para reunirse con Odebrecht en años pasados.

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Odebrecht está multada por la SIC

Odebrecht, que recientemente cambió de nombre a Novonor, fue sancionada «por llevar a cabo un régimen restrictivo de libre competencia» en la licitación del tramo II de la Ruta del Sol, una autopista de 523 kilómetros que conecta el centro con el norte del país. y deberá pagar una multa de 175 mil millones de pesos, informó, en nota, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

Según la SIC, la constructora brasileña y sus socios locales Corficolombiana de Luis Carlos Sarmiento Angulo y Episol «desviaron fondos de la ejecución del contrato» para pagar un soborno de US $ 6,5 millones a Gabriel García, un funcionario del gobierno colombiano que favorecía a la empresa en la licitación del proyecto.