La queja de la senadora por el Centro Democrático María Fernanda Cabal en sus redes acerca de que Avianca la hizo bajar por escalera en plena lluvia, en la llegada a Bogotá, para subirla a un bus, generó una andanada de críticas por parte de los ciudadanos usuarios de las redes, quienes la mandaron a untarse de pueblo. La emberracada de Paola Jara con Avianca.
“Increíble. Avianca nos hace bajar por escalera en plena lluvia, en la llegada a Bogotá, para subirnos a un bus. ¿No hay accesos internos?”, publicó en sus redes sociales la senadora por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quejándose del mal servicio de la aerolínea.
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María Fernanda Cabal y su queja con Avianca
Es cierto que las quejas en el país por el mal servicio que viene prestando la aerolínea comercial de Avianca, se ha vuelto pan de cada día, los usuarios se quejan de los abusos y atropellos que viene practicando la empresa en su contra.
Pero los internautas en las redes sociales criticaron la queja de la senadora, porque según ellos, la congresista vive en una burbuja, ajena a los problemas que enfrenta el colombiano de a píe, a quienes se le ha hecho normal bajar del avión bajo la lluvia y tener que correr para guarecerse.
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Las constantes quejas, no sólo contra Avianca, sino contra el sector de las aerolíneas, van desde vuelos atrasados o cancelados sin información previa, pasajes exageradamente caros, servicios que no responden al valor de lo adquirido, sobrecostos onerosos, penalidades por cualquier cambio al contrato original, hasta la pésima atención en despachos y call centers.
Sin embargo, la senadora se queja porque tuvo que bajar la escalera bajo la lluvia, para poder llegar a un bus, que recoge a los pasajeros al píe del avión, para evitar que se mojen durante su recorrido hasta la sala de equipajes.
Aunque no deja de ser cierto que hoy en día, viajar por esta compañía se ha vuelto una odisea, su servicio se puede equiparar al de cualquier aerolínea de bajo costo, pero, con tarifas elevadas, aun por encima de la competencia local.
Las pretensiones de la clase política del país rayan en los excesos, como fue el caso que protagonizaron el presidente Iván Duque y su esposa que, por la lluvia, hicieron extender la alfombra roja de la Casa de Nariño, para poder votar, mientras que en otras zonas del país, mucha gente tuvo que votar con el agua hasta las rodillas.
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