La desastrosa campaña de Pepsi que terminó con víctimas mortales

Camión de Pepsi en 1992 en Filipinas
Camión de Pepsi en 1992 en Filipinas.

Pepsi lanzó en Filipinas una promoción llamada Number Fever que tuvo consecuencias desastrosas. En los años 90, Pepsi intentó ganarle el mercado a Coca-Cola en el país asiático con cultura norteamericana.

La promoción otorgó millones de pesos a los ganadores, lo que provocó disturbios y violencia generalizada.

La campaña violenta de Pepsi

La dinámica era la siguiente, en comerciales de televisión aparecían los números ganadores y los ganadores se llevaban $68 mil dólares.

Pepsi imprimió accidentalmente más tapas ganadoras de las previstas, lo que generó confusión y caos.

En 1992, Filipina era uno de los países más pobre de Asia y la campaña prometía volver rico a cualquier ciudadano que tuviese los números ganadores.

“Los niños ahorraban para comprar una botella de Pepsi, los padres guardaban todas las tapas de botella en bolsas y mientras la gente caminaba por la calle buscaba tapas descartadas en la basura”, señaló un reportero de Bloomberg.

La campaña fue exitosa, las ventas aumentaron de $10 a $14 millones de dólares por mes.

Los ganadores del número 349
Los ganadores del número 349.

Pepsi se ensució las manos

En la última noche de la promoción, se lanzó el último número ganador que era el 349, el problema es que el número ganador ya se había asignado como no ganador en otras campañas anteriores.

Así que literalmente había cientos de miles de tapas de botellas de Pepsi con los supuestos números ganadores repartidas por todas partes en Filipinas.

Cientos de miles de personas en todas las islas de Filipinas encontraron tapas de botellas ganadoras con los números 3, 4 y 9.

Incluso algunas personas tenían 10 tapas de botellas con esos números. Entonces la gente salió a las calles a celebrar. Los consumidores pensaron que sus problemas habían terminado porque eran millonarios. Todavía no se sabe con certeza cuántos ganadores hubo de las tapas de botella con los números 3, 4 y 9.

Pepsi al ver el problema que se le venía encima, ofreció a cerca de 600 mil tapas ganadoras un puñado de dinero, pero la gente quería su plata completa.

Los manifestantes lanzaron bombas Molotov y se sospecha que Pepsi estuvo involucrada en algunos de los ataques. 5 personas murieron en las protestas.

Un predicador filipino, Vicente del Fierro, demandó a Pepsi en nombre de los ganadores estafados.

El escándalo dañó la reputación de Pepsi en Filipinas y provocó una caída en sus ventas. Se descubrió que Pepsi contrató a la mano negra para generar disturbios y que la Policía pudiera atacar con el peso de la ley.

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