Hace unos días representantes de sectores públicos y privados de Colombia y Alemania, llevaron a cabo el primer diálogo binacional para el desarrollo del sector del hidrógeno verde. Ecopetrol firma acuerdo de movilidad con Toyota para pruebas con hidrógeno verde.
Alemania ha demostrado intenciones claras de invertir en minas de carbón y plantas de hidrógeno verde en Colombia, pero los ciudadanos de las comunidades exigen que se respeten sus derechos básicos y medioambientales.
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Alemania por el hidrógeno verde en Colombia
Es importante resaltar que Colombia cuenta con El Cerrejón, la mina de carbón más grande. Un tesoro energético que para muchos se ha convertido en un gigante contra el que luchar.
Pueblos originarios y afrodescendientes, como Tabaco se han enfrentado durante décadas a la explotación minera, pues la comunidad tuvo que abandonar su municipio para darle paso a la mina. En un fallo de la Corte Constitucional se ordenó al Cerrejón que debía rehacer el pueblo y subsanar el daño.
En entrevista con el canal DW Español, Samuel Arregocés, representante legal de la comunidad de Tabaco, reveló detalles del desplazamiento que sufrieron: “Eso no se puede borrar de mi mente porque eso es algo muy doloroso, porque te pusieron a que destruyeras tu misma vivienda diciendo que era un desplazamiento prácticamente no forzoso, porque nosotros mismos éramos quienes destruíamos nuestras viviendas”.
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Sin embargo, los habitantes de Tabaco no han sido los únicos afectados, sino también la comunidad Wayuu, quienes han recurrido a mecanismos judiciales para garantizar sus derechos.
Estudios recientes comprobaron que, por cada 100 dólares obtenidos por el carbón, se generan entre 160 y 170 dólares en daños ambientales. “Tenemos contaminación ambiental, tanto en el suelo, aire y agua”, comentó al medio de comunicación, Angélica Patricia Ortiz, integrante de Fuerza de Mujeres Wayuu.
Las comunidades de La Guajira reciben 20 centavos de dólar, por cada 100 dólares obtenidos del carbón. Para muchos el negocio de la extracción no justifica los daños ambientales, sociales y médicos generados.
“Los países desarrollados de Europa que hacen inversiones en este tipo de empresas como el Cerrejón, tienen que ser conscientes que están apoyando a una empresa que viola los derechos humanos en Colombia”, agregó Samuel Arregocés.
A pesar de las denuncias el carbón sigue fluyendo, una gran parte se dirige al mercado europeo que busca producir en esta misma región hidrógeno verde. Los líderes sociales sospechan que este nuevo acuerdo traiga las mismas consecuencias que ha traído el carbón.
Una delegación de empresarios alemanes estuvo en Colombia con el objetivo de determinar la viabilidad de algunos proyectos. Carsten Rolle, jefe de la Federación de Industria Alemana, explicó el papel del hidrógeno colombiano.
“Queremos intentar producir aquí, a medio plazo hidrógeno y otros productos a partir de energías renovables. Queremos ayudar a industrializar a Colombia, pero también a diversificar los productos energéticos de Alemania”, explicó Carsten Rolle.
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