En los canales de televisión nacional de Caracol y RCN, se muestra un video en el que el gobierno del presidente Iván Duque celebra el salario mínimo de este año por un $1.000.000, afirmando que ahora el colombiano “tiene más” y le “alcanza para más”. Este incremento ha sido inútil ante el alto costo de vida de los colombianos.
“Ese comercial de tv con canción celebrando el millón de pesos del mínimo, llega cuando la canasta familiar aumentó 17% más que el propio salario, cuando acaban de subir las tasas de interés, cuando útiles escolares subieron 30%, y el transporte público. Incoherencia y desconexión”, señaló el periodista deportivo Steven Arce.
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Nada más alejado de la realidad cuando un incremento de un 10,07% en el salario mínimo, se contrasta con un incremento del 17% de los productos de la canasta familiar y un incremento en el precio de los útiles escolares del 30%, además del costo de la gasolina y el transporte público, entre otras alzas.
El colombiano de a pie se ilusiona con tal suma de dinero y se le crea la falsa sensación de tener poder adquisitivo, pero choca con su triste realidad cuando aún no ha recibido el primer salario del año y ya tiene que ir desembolsando mucho más de lo que va a recibir.
Lo que lo lleva a endeudarse y cuando al fin recibe el tan anhelado salario, se da cuenta que sigue siendo insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia. (Relacionado: En 2022, colombianos tendrán el salario mínimo más bajo de toda la era Duque)
Ese comercial de tv con canción celebrando el millón de pesos del mínimo, llega cuando la canasta familiar aumentó 17% más que el propio salario, cuando acaban de subir las tasas de interés, cuando útiles escolares subieron 30%, y el transporte público. Incoherencia y desconexión
— steven arce (@stevenarce) January 31, 2022
El Gobierno Nacional ayudado con este tipo de publicidad dice una verdad a medias, porque si los productos de la canasta familiar, el transporte urbano, los arriendos, los útiles escolares incrementan su valor, la capacidad adquisitiva del salario y de quien lo percibe disminuye considerablemente.
Esta verdad a medias ha causado malestar en la población, los que se han alzado con críticas señalándolo como una burla a los colombianos tener que pagar tan alta suma de dinero por una publicidad que trata a los colombianos como tontos.
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Este tipo de publicidad evoca el uso de la frase “pan y circo” haciendo alusión a las cortinas de humo que pretenden alejar al ciudadano de la conciencia de su realidad en materia económica y social. «Es un millón es un millón», terminó siendo otro ridículo más para el gobierno.
