Avianca: ¿Del paraíso fiscal en Panamá al préstamo nacional?

La solicitud de préstamo financiero de Avianca al gobierno nacional ha generado controversias en el país. Una crisis arrastrada hace años y un domicilio en Panamá – Paraíso fiscal –, genera serias dudas al respecto.

Una vez más el gobierno del presidente Iván Duque es colocado a prueba tras las demandas requeridas por el presidente de Avianca. Aunque no hay una respuesta oficial del estado, existen muchas polémicas sobre si el gobierno acceda o no a las peticiones de la aerolínea.

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Avianca pertenece a un holding (Avianca Holding) con domicilio en Panamá. El país centroamericano ha estado vinculados a numerosos casos de evasión fiscal. Uno de ellos, la muy reconocida investigación periodística global que mostró al mundo los negocios “offshore” de celebridades, políticos, deportistas y empresa, llamada “Panama Papers”. Actualmente la Unión Europea (UE) volvió incluir a Panamá en la lista de paraíso fiscal.

Por otro lado, algunos países europeos han tomado la decisión de no ayudar a empresas registradas en paraísos fiscales en medio de la crisis del covid-19. Las perdidas por evasión de impuestos y blanqueos de capital ascienden alrededor de 500.000 millones de dólares. Lo que significa menos ayudas para los mas necesitados en medio de la crisis actual.

Una crisis que tuvo comienzo antes de la pandemia.

Avianca ha sido una empresa con altos y bajos durante su operación en el país. En 2009 El holding, conformado por Avianca y Taca, informó sobre una caída del 62,9% en el tercer trimestre sin emitir una explicación razonable. 7 años mas tarde medios internacionales sugieren que la aerolínea se reunió con Delta Airlines Inc. y United Continental Holdings Inc tratando de hallar un negocio prometedor y encontrar liquidez.

En 2017, Avianca se enfrentó a la huelga de pilotos, a través del sindicato de pilotos ACDAC (Asociacion Colombiana de Pilotos Civiles). Quienes afirmaron que «la jornada laboral de un trabajador en Colombia es entre 160 y 192 horas mensuales, los pilotos hoy trabajan entre 190 y 200 horas al mes, de estas horas únicamente son remuneradas 90». Con lo anterior buscando “una jornada laboral justa”.

Hoy en día Avianca ha pasado por procesos de reorganización al interior de la compañía. De los mas de 25.000 trabajadores, 17.000 de ellos han accedido a licencias no remuneradas y sus altos cargos se han comprometido con la reducción de sus salarios hasta un 85%. Sin embargo, estas medidas no son suficientes como lo ha admitido su propio presidente. “Estas medidas no solucionan el problema de fondo, los proveedores nos pueden ayudar por un tiempo, pero al final la deuda se acumula y hay que hacerle frente”.

¿Colombia está en el compromiso de “salvar” a Avianca?

Algunos líderes nacionales sugieren que Avianca ya está acabada y que el estado debe buscar la mejor forma de llevarse a cabo la petición de préstamo del presidente de la aerolínea. El senador conservador David Barguil, comentó «Aquí hay que salvar a los colombianos. En una columna que escribí en estos días hice referencia a Avianca. Me contaba alguien que conoce del mercado de acciones que Avianca llegó a costar US$1.000 millones y que hace 20 días el valor accionario representó US$35 millones, y escribía yo en mi columna ¿quién puede comprar a Avianca que pasó de US$1.000 millones a US$35 millones? Pues los ricos más ricos. Son ellos quienes pueden comprar tantos negocios que se han desvalorizado».

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Por otro lado, Antonio Sanguino, senador del Partido Verde, sugirió que el modelo económico y financiero colombiano debe ser reevaluado en medio de la crisis del coronavirus. Además, expresó: «salvar a los ricos y a los super-ricos es profundizar la desigualdad, aumentar los niveles de pobreza y destruir la clase media. Eso ocurre cuando un Estado piensa sus decisiones fiscales, financieras y económicas en la protección de los negocios de los ricos».

En contraposición, el senador Benedetti cree que los posibles recursos que se invertirán en Avianca se deben destinar a Pymes y otras empresas que se pueden salvar en medio la crisis. Aludiendo también que la economía “se está acabando y los médicos no tienen equipos de bioseguridad, entonces, ¿vamos a ver qué hacer con Avianca? No, que hagan la cola, de últimos”.

Todavía no se avizora una luz en el marco de la reactivación de los vuelos comerciales a nivel nacional e internacional y la crisis de Avianca continúa agudizándose. Aún cuando Avianca no es una aerolínea de aviación colombiana en la actualidad, el gobierno debe salir a socorrer las deudas. El representante a la Cámara, Fabio Arroyave, sugiere que «el domicilio comercial y tributario de Avianca vuelva al país. Si vamos a salvarlos, entonces que los impuestos que paguen ingresen a la nación». Proponiendo una alternativa que ayude a ambas partes.