Ángeles Béjar, madre del suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, se encuentra encerrada, y en huelga de hambre, en el interior de una iglesia de Motril, en Granada, España, hasta que se encuentre una solución a la «inhumana y sangrienta persecución» que sufre su hijo.
Ángeles quedó encerrada en la iglesia luego de que el párroco local abandonara el espacio, acompañado únicamente por su hermana. La madre de Rubiales garantiza que la acción continuará «por tiempo indefinido, día y noche», hasta que se haga justicia con su hijo, «que no merece el trato que se le ha dado», dijo a la agencia EFE.
La mujer le pide a Jenni Hermoso, jugador al que Rubiales besó, que «cuente la verdad» y «se mantenga al día con la versión original de lo sucedido».
«No hay abuso sexual si hay consentimiento de ambas partes, como lo demuestran las imágenes», argumenta, antes de añadir que su hijo «era incapaz de hacer daño a nadie».
La madre termina pidiendo comprensión a todos y dice que una situación así le puede pasar a cualquiera.
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Rubiales atacado por todos lados
La Fiscalía española ha decidido abrir una investigación previa sobre el beso que el presidente de la Federación Española de Fútbol (entretanto suspendido), Luis Rubiales, le dio a la jugadora española Jenni Hermoso en los festejos por la conquista del Mundial, según pudo constituirá un delito de agresión sexual, y dará la oportunidad al futbolista de presentar una denuncia.
Después de varios días con muchas críticas por parte de diferentes sectores de la sociedad, la RFEF celebró el viernes una Asamblea General Extraordinaria, en la que se esperaba que Rubiales dimitiera, pero no lo hizo.
Siguió un nuevo pico de contestación y posiciones extremas, con los jugadores de la selección nacional anunciando que no estaban disponibles para volver a representar a España, mientras los actuales dirigentes de la RFEF permanecen en sus cargos.
El sábado, la FIFA anunció la suspensión de Rubiales del cargo durante 90 días, 11 miembros del equipo técnico del técnico, Jorge Vila, presentaron su dimisión, el técnico condenó el «comportamiento inadecuado» del presidente de la RFEF, y el español El Gobierno anunció una denuncia ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).