En 2010, £164 millones era más de la mitad de lo que Fenway Sports Group compró Liverpool de Luis Díaz. Los Rojos fueron adquiridos por 300 millones de libras esterlinas por parte de FSG, quienes estaban encantados de cerrar un acuerdo que pronto llegarán a lucir una relación calidad-precio espectacular.
Trece años después, es imposible determinar con seguridad el valor del Liverpool, ya que cambia todo el tiempo, pero el dinero inteligente lo ubicaría en algún lugar entre los 4.250 millones de libras por los que se vendió el Chelsea el verano pasado y los 8.000 a 10.000 millones de libras que parecen vender al Manchester United.
Liverpool buscó nuevo socio que le diera liquidez
En el contexto de todo esto, no es de extrañar que el acuerdo de Dynasty Equity (el socio de New York) para una inversión minoritaria en el club (que se cree que tiene un valor de hasta £164 millones, pero potencialmente un poco menos) no haya atraído exactamente los titulares.
Después de todo, no es la historia más sexy, pocas semanas después de que Arabia Saudita arrojara una cantidad similar al Liverpool con la esperanza de llevarse a Mo Salah .
Puede que nunca sepamos exactamente qué parte del Liverpool ha adquirido Dynasty Equity, una firma de inversión deportiva estadounidense con sede en Nueva York, pero probablemente sea un porcentaje muy pequeño, cuyo número se podrá contar con la mitad de los dedos de una mano.
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También se sabe que el dinero ya se ha gastado prácticamente, con las deudas bancarias saldadas, los costos de expansión del final de Anfield Road por cubrir, las pérdidas relacionadas con Covid siguen siendo un problema.
El traslado de Melwood al Centro de Capacitación AXA en Kirkby y luego recompra de Melwood para el equipo femenino y reconstrucción del mediocampo de verano para apoyar. Nada de eso es barato.
Dynasty Equity habrá invertido un montón de dinero en efectivo que le habrá ayudado a cubrir esos gastos, aunque sólo de forma marginal, y luego, a cambio de su inversión, esperarán ver crecer el valor de su activo, tal como lo ha observado FSG desde 2010.
La medida pone fin a una tan cacareada búsqueda de inversiones que comenzó hace poco menos de un año y que a menudo, al menos inicialmente, adoptó el mismo tono dramático que la saga de adquisiciones del Manchester United, a pesar de que las situaciones que rodean a ambos clubes son enormemente diferentes.
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