El dueño de Unión Magdalena tiene un pasado ilegal: homicidio, narcotráfico y paramilitarismo

Eduardo Dávila Armenta, propietario de Unión Magdalena
Eduardo Dávila Armenta, propietario de Unión Magdalena.

El fútbol colombiano se ha visto envuelto en los últimos días en un escándalo mundial, debido al polémico ascenso de Unión Magdalena a la primera división, pues los jugadores de Llaneros se quedaron parados viendo la jugada que terminó en un tanto de Jonathan Segura.

El dueño de Unión Magdalena, Eduardo Dávila Armenta, celebró el triunfo a pesar de que el partido fue considerado vergonzoso. Además, dejó muy clara su postura en una entrevista con el periodista Oswaldo Hernández, del diario La Patria, cuando este le preguntó sobre un “posible arreglo”.

La reciprocidad de Unión Magdalena con su dueño
La reciprocidad de Unión Magdalena con su dueño.

«No entiendo la pregunta, nosotros ganamos. En el segundo gol ellos piensan que había fuera de juego y nunca hubo y nuestro jugador aprovechó. O no sabías tú que Llaneros tenía la misma opción de ascender que nosotros?», dijo Dávila.

A su vez, consideró que el partido no tuvo nada de anormal. «A ti te parece que hubo irregularidades? ¿Tú viste el partido? ¿No comenzamos perdiendo? ¿Te parece que el empate fue irregular? ¿O sea que el Unión no hizo mérito para ganar? Y nos zamparon 6 minutos más esperando que Llaneros empatara. ¿De eso no dicen nada?», agregó.

Eduardo Dávila, pasado ilegal

Estas declaraciones no deberían sorprender, teniendo en cuenta el turbio pasado del dueño del equipo samario, ya que tiene graves antecedentes judiciales. En enero de 2007, la justicia colombiana determinó que Dávila asesinó a su esposa Carmen Vergara Díaz.

El reconocido empresario habría contratado sicarios para que la asesinaran en la vía entre Santa Marta y el Rodadero. Fue condenado a 34 años y dos meses de cárcel por el homicidio.

También fue acusado por la Fiscalía como el determinador del asesinato de Javier Alfredo Cotes Laurens, juez que lo condenó por narcotráfico. En la actualidad no se ha comprobado su culpabilidad.

A cambio de favores, el hoy procesado habría financiado una red sicarial conocida como ‘Los Chamizos’, que estaba al servicio del entonces jefe paramilitar de la Sierra Nevada de Santa Marta, Hernán Giraldo Serna.

Al parecer, Dávila Armenta pidió a esta organización criminal asesinar al funcionario judicial que, en la década de los noventa, lo había condenado a 10 años de prisión por tráfico de estupefacientes y pidió aplicar extinción de dominio a varias de sus propiedades.

Dávila Armenta es hermano del exgobernador del Magdalena José Domingo Dávila Armenta, preso dentro del escándalo de la parapolítica. El exgobernador firmó y se benefició del Pacto de Chivolo, un acuerdo suscrito en el año 2000 entre los grupos paramilitares del Bloque Norte comandados por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, con concejales, alcaldes y diputados.