DIMAYOR y clubes deportivos habrían creado un cartel laboral de fútbol

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), abrió una investigación formal contra la DIMAYOR y 16 clubes del fútbol y sus respectivos presidentes, por supuesto cartel laboral del fútbol donde se creó una lista negra de jugadores que no debían ser contratados.

Esta situación se conoció gracias a la denuncia interpuesta por la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) ante la SIC. Al parecer la Federación, la Dimayor y los clubes profesionales, crearon un cartel que tiene como objetivo impedir que los jugadores puedan negociar realmente sus contratos y derechos de imagen.

Vergüenza en el fútbol profesional colombiano
Vergüenza en el fútbol profesional colombiano.

Este cartel se encargaría de exigir formatos únicos de contrato a los jugadores profesionales, crear estatutos que impiden negociar los derechos de imagen colectivos; y, por si fuera poco, construye listas negras de quienes han intentado alegar por sus derechos laborales o negociar su traspaso a un club.

La SIC dio a conocer que abrió una investigación formal del caso. Además, encontraron diversas evidencias que ocasionaron la formulación de un pliego de cargos en contra de la Dimayor y 16 clubes y sus presidentes.

Los clubes involucrados son: Talento Dorado, Cúcuta Deportivo, Boyacá Chicó, Unión Magdalena, Asociación Deportivo Pasto, Envigado Fútbol Club, Tigres Fútbol Club, Deportes Tolima, Once Caldas, Deportes Quindío, La Equidad, Atlético Fútbol Club, Fortaleza, Leones, Real Santander y Alianza Petrolera.

Las principales pruebas de la SIC son las comunicaciones que se dieron en los últimos años, entre los presidentes de los clubes sobre los jugadores que terminaron sus contratos laborales. Básicamente existen tres modalidades en este cartel. La primera, consistía en desconocer la renuncia de los jugadores y solicitar a los demás presidentes de los equipos no contratar al futbolista.

La segunda modalidad es cuando un club riega la voz sobre un jugador que terminó el contrato sin que existiera justa causa y sin que se cumpliera su plazo. Ante esta situación, deciden solicitarles a los otros equipos que no contraten con dicho futbolista.

La última modalidad se basa en que los presidentes avisan cuando un futbolista no desea renovar un contrato y piden que no sea fichado por otro club.

“En todos los casos estas comunicaciones tenían una misma finalidad: presionar al jugador para que, en caso de querer vincularse laboralmente con otro club en Colombia, no negocie sus derechos deportivos directamente como un jugador libre, sino por intermedio de su antiguo empleador, quien obtendrá réditos económicos por esta transacción”, afirma la SIC en el pliego de cargos.

A su vez, la SIC aseguró que: “Los jugadores estarían viendo cercenados sus derechos y se verían limitados por sus empleadores a ejercer libremente su actividad económica a nivel nacional e internacional”.