Falsos positivos: militares asesinaban a civiles por pollos fritos, cigarrillos o permisos

Falsos positivos, una practica despreciable
Falsos positivos, una practica despreciable.

Falsos positivos, los miles de civiles que fueron asesinados por el Ejército durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez y, los presentaron como guerrilleros caídos en combate.

Al parecer cerca de 1.500 militares estuvieron involucrados en esta práctica. Las fuerzas militares buscaron presentar buenos resultados a sus superiores, en el combate contra las guerrillas.

Los falsos positivos ha sido una de las manifestaciones más crueles de la guerra en Colombia. Estos asesinatos se cometían con frecuencia antes de la celebración de fechas especiales: Día de la Madre, Navidad, Año Nuevo y Semana Santa.

Los militares cometieron estos crímenes de manera sistemática. Las similitudes de los casos, tanto en el tipo de víctima y modus operandi, en distintas regiones del país evidencia un alto grado de coordinación y planificación.

Recompensas por los falsos positivos

En los testimonios recopilados por la Fiscalía con soldados condenados por estos crímenes, se revela que las recompensas eran varias, como: “nos llevaron pollo, cigarrillos, nos felicitaron. Se fueron y la buena noticia era que nos íbamos de permiso 45 días”.

También eran convencidos de la siguiente manera: “El Día de la Madre estaba cerca y los altos mandos empezaron a preocuparse porque no teníamos resultado para mostrar, ni méritos para que nos dieran los días y poder salir a visitar a las familias. Entonces se empezó a hablar de ‘legalizar’ a alguien. Es decir, de matar a una persona para hacerla pasar por guerrillero y así ganarse el permiso para salir. No me sorprendió del todo, pues las ‘legalizaciones’ son un asunto cotidiano”.

Una forma para determinar cuándo los soldados podían recibir una “condecoración de servicios distinguidos”, era cuando los comandantes de brigadas debían reportar al menos 150 combatientes enemigos muertos y otros 500 capturados.

Los altos mandos tuvieron un rol clave en estos homicidios. La más reciente imputación fue realizada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en contra de un general, 6 oficiales y 3 suboficiales.