Empezó la guerra en occidente de Boyacá, el silencio de Carlos Amaya hace evidente una crisis institucional ante el asesinato de una persona muy cercana a su círculo político. Sandra Ortiz meses atrás, se desplazó en el helicóptero operado por la empresa Sadi S.A.S., la misma que ha sido mencionada en el Consejo Nacional Electoral (CNE) la cual fue contratada por la Gobernación de Boyacá en cabeza de Carlos Andrés Amaya, esta empresa de helicópteros tendría una relación directa con el asesinado esmeraldero Juan Sebastián Aguilar conocido con el alias de Pedro Pechugas.
Juan Sebastián Aguilar fue uno de los financiadores de las campañas políticas de Sandra Ortiz, quien fue representante a la Cámara por Boyacá y posteriormente alcanzó una curul en el Senado de la República, en las listas de la Alianza Verde, también fue cercano a la campaña de Carlos Amaya.
La guerra entre mafias criminales que han llegado a todos los escenarios políticos del país donde varios militantes del partido Alianza Verde se ven involucrados no da tregua.
En Boyacá, la corrupción, el narcotráfico y la minería ilegal han crecido a sus anchas ante la ausencia de Estado y una Fiscalía complaciente con los carteles que operan en este departamento.
Toda la clase política de Boyacá está arrodillada a estos grupos criminales que han hecho metástasis afectando toda la institucionalidad del Estado, apropiándose de los recursos de la Paz y ahora hasta presidiendo la Cámara de Representantes.
Andrés Idárraga consejero de Transparencia de la presidencia de la República advirtió hace unos días que en Boyacá reina el miedo, en las últimas horas el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar fue asesinado por un francotirador en el norte de Bogotá, un reconocido esmeraldero y contratista de la Gobernación de Carlos Amaya.
Las reacciones no se han hecho esperar, el esmeraldero contratista de la Gobernación de Boyacá asesinado era conocido con el alias de Pedro Pechugas. Ante este hecho el periodista y escritor Alfredo Serrano, escribió en X: «Silencian a Pedro Pechuga o Juan Sebastián Aguilar. Quedan sin su protección armada Sandra Ortiz, implicada en el escándalo de la UNGRD, y su protegido, el zar de las esmeraldas, Hernando Sánchez. En guerra la criminalidad del centro del país. ¿Qué dirán los del Partido Verde?».
El viceministro del Interior Diego Cancino, quien desde el partido Verde denunció públicamente las irregularidades del hoy Gobernador Carlos Amaya guarda silencio.
Hay miedo incluso en la clase política de Boyacá de referirse a este caso, una nueva guerra en occidente es inclemente en una tierra donde la ausencia de Estado es absoluta. Sandra Ortiz viajó recientemente en un helicóptero relacionado con el esmeraldero asesinado cuando aún trabajaba en la Casa de Nariño, este episodio nunca se aclaró, sin embargo es prueba de las relaciones políticas del Esmeraldero Pedro Pechugas con el partido verde y con la Gobernación de Boyacá.
El Gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, como es costumbre, evade el tema, no se pronuncia, guarda total silencio, como si el asesinato del Zar de las esmeraldas en Boyacá no fuera un incidente de gravedad, ignora que este acontecimiento indudablemente afecta el orden público. Igual actuó cuando Sandra Ortiz fue requerida por el presidente Gustavo Petro para que presentara su carta de renuncia por el escándalo de la UNGRD.
Varios medios locales de Boyacá se refieren a Pedro Pechugas como un conocido contratista de la Gobernación de Boyacá y Corpoboyaca. La relación entre Aguilar y Ortiz según algunas fuentes fue sentimental, el esmeraldero y la ex congresista se habrían conocido en el departamento de Boyacá años atrás. El poder de la persona asesinada en Boyacá era absoluto.
Después de la noticia del asesinato Pluralidad Z pudo conocer que muchos pobladores hablan de una nueva guerra en occidente, en Coscuez, se habla de desplazamiento forzado de personas, todo después del asesinato del zar de las esmeraldas, hasta el cierre de este artículo la Gobernación de Boyacá no ha emitido ningún comunicado.
